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porque el CSS no es tan difícil.

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04 marzo 2009

Ladrón que roba a Ricardo...

...es un aborto de kraken malparido por el culo de satanás y muere con una cucaracha atravesada en el pescuezo mientras ve como violan a su familia frente a sus ojos con botellas, vidrios, varillas y cuchillos, siendo violado él al mismo tiempo mientras le dan electrochoques en los pezones y testículos hasta que grita y llora y pide que lo degollen y usen su sangre para ahogar a su perro canceroso y luego le dan un balazo y llega al séptimo infierno donde arderá por el resto de la eternidad en pozas sulfurosas ardientes llenas de mierda mientras le vierten acero líquido por el recto para cocerle los ya podridos órganos internos y provocarle un dolor inmenso, mientras belcebú baila tap en su espalda con tacones de agujas de verdad y lo vuelven a violar con un bat de béisbol mientras yo me río. Bueno, no me río, sólo le quito las cosas que me robó.

Pero tiene que pasarle todo eso.

La cosa estuvo como sigue: estaba yo muy agusto en la nochecita, fui a explicarle química a un amigo y saliendo de ahí fui al Kaffe Haus o algo así, con Maye, Cris e Ibón (sí, Ibón). Me estacioné a la vueltita y vi a Pneumus mientras reíamos de los trips de Popeye, y cuando salí de ahí... ¡PUAJ! El cristal del auto reventado, los asientos de atrás abatidos y una ira terrible e infernal invadió todo mi ser, saliendo en forma de mentadas de madre en altos decibeles. Por fortuna había bajado a la pequeña Mac y a mi camarita, si no, hubiera sido el atraco del siglo y me hubiera hecho terrorista, poniendo una bomba en la Minerva o algo.

Pero bueno, el deducible del vidrito salió en 250 pesos y pues la joda de comprar un iPod nuevo y recuperar los apuntes de medio semestre, pues por alguna pendeja razón se llevaron la mochila de la escuela, con mis tareas, trabajos y todo. Ah, y el libro de ciencia política.

Si tú, lector, fuiste el que reventó el vidrio de un Peugeot 206 plateado por el rumbo de López Cotilla y Francisco Javier Gamboa, debes saber que te encontraré y te reventaré los huevos a patadas, hijo de tu reputa madre.

Con mucho cariño,

Ricardo.